Aunque los expertos médicos consideren un ciclo menstrual aquel que dura 28 días y que tiene una duración de entre 2 y 7 días, lo cierto es que muchas mujeres, ya sea de forma permanente o durante algunas temporadas, sufrimos ciclos anormales y trastornos menstruales que alteran la cantidad del flujo y también su duración.
Por este motivo, hoy queremos hablar de aquellos trastornos menstruales más comunes que podemos experimentar a lo largo de nuestra vida fértil. Comenzamos por lo tanto con aquellas alteraciones que pueden venir provocadas por un exceso o defecto del período.
Por ejemplo la amenorrea que es la falta de períodos menstruales y que afecta a mujeres de cualquier edad. Normalmente sucede cuando de repente se deja de menstruar 6 meses o más teniendo en cuenta que durante el periodo de lactancia o menopausia no se considera amenorrea.
Es muy común en deportistas de élite, mujeres con dietas extremas, sometidas a mucho estrés o con anorexia. Estas patologías alteran las hormonas del hipotálamo y la hipófisis dando lugar a problemas orgánicos en el canal vaginal, útero u ovarios, problemas de peso, exceso de secreción de prolactina, ansiedad… Para detectarla, además de la ausencia de la menstruación, es frecuente experimentar cambios en el tamaño de las mamas, sequedad vaginal, aumento o pérdida de peso, incremento del vello corporal, acné o dolores de cabeza.
En medicina, se distinguen además dos tipos principales de amenorrea, la primaria que es cuando la mujer nunca ha menstruado y se establece el límite de los 16 años o la secuendario que se produce cuando dejan de tener la menstruación al menos durante tres ciclos seguidos.
Y es que es normal que a partir de los 40, los ovarios no funcionen como antes y se puedan ir alterando los ciclos a lo cual se le da el nombre de ataxia menstrual. De la misma forma pueden presentarse menstruaciones más abundantes (hipermenorrea).
La dismenorrea es otra de las patologías más frecuentes que no es otra cosa que ese dolor menstrual que sentimos cada mes. No obstante hay que tener cuidado y diferenciarlo de la enodometriosis. A pesar de que ésta es benigna, provoca dolores muy fuertes debido a que el endometrio se sitúa fuera del útero y se desarrolla de forma incorrecta pudiendo provocar quistes en los ovarios o nódulos.
Por último y quizás el más conocido: el síndrome premenstrual o molestias que experimentamos antes de bajarnos la regla como por ejemplo inflamación de mamas, retención de líquidos, dolor de cabeza, ansiedad, problemas cutáneos, náuseas… Como vemos éstos son muy variados pero es probable sufrir uno o varios de estos cada vez que tenemos la menstruación. Sin embargo, si crees que éstos no son normales, consulta con el especialista ya que cada mujer tiene unas fluctuaciones de sus niveles hormonales distinta.
Todos estos trastornos como decimos, son bastante comunes por lo que ante cualquier síntoma o anormalidad en cada ciclo, debemos consultar a nuestro ginecólogo.
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