No es nuevo el hecho de que muchas mujeres defiendan las numerosas propiedades de la sangre menstrual y que por lo tanto la beban de forma regular. Ahora bien, ¿por qué motivos lo hacen?
Lo sabemos, a primera vista puede parecer algo un poco espeluznante pero la tendencia hacia lo natural está avanzando cada vez más y estas mujeres aseguran que:
- Sus reglas disminuyen en su cantidad de sangrado. Esto evita el hecho de que muchas mujeres durante estos días sufran fuertes anemias por la pérdida de sangre además de que al ingerirla dicen que recuperas las vitaminas, hierro y minerales que se pierden en este período de tiempo. Cuanto más sangre perdemos, más débiles estamos.
- Los dolores también disminuyen. Y es que defienden que la cantidad de sangre y los dolores son proporcionales al estilo de vida que las mujeres llevamos actualmente y que por lo tanto son más numerosos que si lleváramos un estilo de vida más tranquilo y natural. Mencionan sobre todo la reeducación del propio cuerpo mediante esta técnica de beber la sangre menstrual.
- Conectas con tu propio organismo. Aunque muchas de ellas aseguran ser al principio algo desagradable, lo cierto es que con el tiempo comienzan a entender su propio cuerpo y a considerar la menstruación como parte fundamental de su feminidad. Estar en contacto con la propia sangre es natural, no contiene ningún tipo de químico que pueda ser perjudicial. En este sentido, muchas de ellas utilizan la copa menstrual porque es totalmente respetuosa con el organismo y la flora vaginal y además ayuda a poder tener controlada la cantidad de sangre que perdemos, el color y la evolución del sangrado. Mimacup además ayuda destinando una parte de su importe económico a una causa social para ayudar a otras mujeres. Ahora mismo colaboramos con la fundación RedMadre.
Ahora bien, ¿cómo poder introducirse en esta práctica?
Algunas especialistas recomienda empezar muy poco a poco, es decir, chupándose un dedo hasta llegar a ese punto en el que consideras que la sangre menstrual es otra parte de ti y la aceptas sin ningún tipo de pudor. Otras mujeres hacen incluso batidos con su propia sangre para suavizar así ese sabor que tiene.
Además, ¿alguna vez os habíais parado a pensar que cuando comemos carne también ingerimos su sangre? Ahí lo dejamos.