Aunque somos especialistas en la copa menstrual y en temas relacionados con la menstruación, hoy os queremos hablar de uno de los temas más frecuentes cuando nos quedamos embarazadas: el control de la diabetes.
Y es que el número de mujeres diabéticas aumenta cada año y con el embarazo proliferan los riesgos tanto para la madre como para el feto por lo que es muy importante cuidarse durante el embarazo pero también antes de él y prevenir su aparición.
Para situarnos, debemos tener claro que durante esta etapa existen dos posibles diabetes: la pregestacional que es aquella que se da en mujeres que ya padecían esta enfermedad antes de quedarse embarazadas; y por otro lado, la diabetes gestacional que es una enfermedad que surge justamente durante la gestación. Para el primer caso es importante recibir una serie de tratamientos y cuidados antes de decidir quedarse embarazada y así poder mejorar los resultados de la diabetes. En el segundo caso se deberá actuar sobre los factores de riesgo principales para evitar su aparición mediante estrictos controles.
La atención en cualquiera de los dos caso es fundamental si queremos evitar problemas y embarazos de riesgo por lo que existen programas especiales de seguimiento y servicios especiales en atención a las mujeres con diabetes.
Además, debemos tener en cuenta que en el caso de la diabetes gestacional, ésta no termina cuando se da a luz, sino que está comprobado que existe un mayor riesgo de que posteriormente padezcamos diabetes por lo que llevar una vida saludable es imprescindible si queremos gozar de una buena salud y evitar este tipo de enfermedades tan extendidas en nuestra sociedad.
En cuanto al niño, también existe un riesgo mayor de padecer diabetes por haberse formado en un seno hiperglucémico por lo que debemos alimentarlos también de forma muy saludable y que lleven un estilo de vida bueno en el que no aparezcan problemas de obesidad infantil.
¿Qué más consecuencias se pueden dar?
Según los expertos, lo más común es la macrosonomía fetal, es decir, niños más grandes de lo que debieran en función de su edad gestacinal lo que puede provocar una cesárea o una descompensación metabólica en la madre y en el bebé, entre otras causas.
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